martes, 15 de marzo de 2022

Viña Tondonia - Haro


A partir de los conocimientos adquiridos en su relación con los negociantes franceses residentes en Haro y apoyado en sus estudios de comercio y contabilidad realizados durante su estancia en Bayona, D. Rafael López de Heredia y Landeta comienza un proceso de elaboración de vinos, una vez que los empresarios bordeleses habían regresado a su país; partida motivada por el cambio en la política arancelaria y de aduanas, que hacía muy dificil la exportación de vinos a Francia. 

Por esta razón D. Rafael decide perforar el Calado, para obtener un espacio subterráneo donde apilar las barricas en las que comienza la crianza de sus vinos. Ya en ese momento del cierre de las fronteras francesas, en 1892, nuestro fundador tenía previsto elaborar vino, primero con uvas procedentes de las viñas de la región y posteriormente, adquiriendo terrenos donde plantar sus propios viñedos, completando así el proceso productivo.

Selección y amor. Dos palabras que se convirtieron en la Biblia de sus vinos, máxima que R. López de Heredia Viña Tondonia ha estado y está predicando durante más de un siglo. Más de cien años en los que, a través de cuatro generaciones y pese a las continuas y tentadoras ofertas de multinacionales, empresas éstas que absorben todo tipo de negocios, 

R. López de Heredia Viña Tondonia sigue siendo una bodega unifamiliar en la que las cuatro generaciones que la han dirigido, han proseguido la filosofía y las máximas laborales y sociales implantadas por su fundador hace más de 144 años.

En nuestra Bodega, el proceso de elaboración de vinos es un acervo familiar que se transmite de generación en generación; es una mística presente en nuestra labor cotidiana, arraigada en la perennidad de la tradición y en la convicción profunda de la validez y vigencia de nuestros métodos.

Mencionamos la tradición, en este caso, no como idea alusiva a inmovilismo, estancamiento, oposición al cambio o autocomplacencia, sino como concepto dinámico y estético emanado del mantenimiento de unos valores y criterios que se definen y permanecen a lo largo del tiempo, lejos de modas más o menos pasajeras, y que se evidencian en nuestro quehacer ya centenario.

Sin embargo, somos conscientes de la continua alternancia que nos marcan las pautas y gustos actuales del consumidor y las innovaciones que se producen en el mundo vitivinícola. Por ello, la apertura al cambio, la flexibilidad en los criterios, el inconformismo y la autocrítica son elementos que nos deben permitir afrontar el futuro con decisión, y fortalecer la creencia, si cabe, en nuestro propio modelo, en nuestra idiosincrasia.

Hacedor de esta idiosincrasia es el legado de nuestros antecesores, compendio de cualidades y actitudes positivas, y con las cuales nos sentimos plenamente identificados. Nuestro compromiso actual y de futuro se puede sintetizar en dos lemas que impregnan la trayectoria de López de Heredia:

La profesionalidad, como cualidad para ofrecer al consumidor un producto diferenciado, de calidad suprema, en nuestra faceta de artesanos, viticultores y elaboradores de vino.

La ética, como norma de conducta empresarial y de talante personal, promoviendo el bienestar de todos quienes formamos parte de esta Casa; contribuyendo al disfrute de clientes y amigos; aportando honestamente a la sociedad, en definitiva, lo mejor de nuestros sueños y anhelos.

López de Heredia 

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