lunes, 3 de septiembre de 2018

Manzanilla de Sanlúcar

La manzanilla es un vino blanco y seco elaborado con uva palomino y envejecido bajo una capa de levaduras llamada "velo de flor", y que recibe el nombre de "crianza biológica". Dicha crianza se realiza mediante el sistema de criaderas y soleras.
La manzanilla es un vino hecho a partir de uvas producidas en el Marco de Jerez, pero envejecido en una bodega del casco urbano de Sanlúcar. El Marco aporta la materia prima y el clima marítimo, unido a las brisas del Atlántico, consiguen que el vino madure de una forma diferente y adquiera ciertas características peculiares, diferentes de los producidos con el mismo método en Jerez o en El Puerto de Santa María, denominado "Sistema de Criaderas y Soleras".
La crianza se lleva a cabo exclusivamente en bodegas de Sanlúcar de Barrameda, población situada en la provincia de Cádiz, en la comunidad autónoma de Andalucía, en el sur de España, y bajo el control del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda. Dicha denominación de origen se creó en 1964 y, a su vez, está enmarcada dentro de la Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry, con la que comparte geografía, zona de producción, variedad de uva y proceso de elaboración, así como la supervisión y el amparo del mismo Consejo Regulador.

Características
La manzanilla es un vino muy pálido, de aroma punzante característico, ligero al paladar, seco y poco ácido, con una graduación que según su regulación puede oscilar entre 15 y 17% de alcohol en volumen, aunque actualmente tiene 15 grados de alcohol. Es el más ligero de todos los vinos del Marco de Jerez, ideal para acompañar el aperitivo. Sus características son el resultado del proceso de crianza bajo flor a que es sometido en conjunción con su crianza y envejecimiento en bodegas de Sanlúcar de Barrameda.
Las variedades tradicionales de manzanilla son la manzanilla fina y la manzanilla pasada

(Wikipedia)

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