lunes, 24 de febrero de 2020

Bodegas Ignacio Guallart de Viala - Alcañiz


En un paraje privilegiado de Alcañiz (Teruel) en las laderas norteñas del cabezo de Santa Barbara, conocido como “Val de Hueso”, con un microclima excepcional, se encuentra los viñedos y las modernas instalaciones bodegueras de esta bodega.

Descripción
Todos los vinos por su propia naturaleza son vinos naturales.
La plantación, el laboreo, la limpieza manual de sus suelos, la ausencia de tratamientos agresivos, la incorporación  de los propios restos vegetales, las podas selectivas, todo ello contribuye a resaltar la autentica esencia de los vinos procedentes de “Viñas Valdehueso”.
Y en la Bodega realizamos los mínimos tratamientos para que sean las propias uvas, con sus levaduras, las que realicen la mágica transformación del mosto en vino. Trasiegos de limpieza, clarificación natural y los imprescindibles sulfitos.
Así es el carácter de nuestro VINO, del que pretendemos marque su propia personalidad de la tierra que lo ve nacer.

Bodega
La bodega se encuentra semienterrada y con diferentes alturas, de forma que los trabajos se ven favorecidos por esta circunstancia ahorrando en energía y facilitando los trasiegos de los mostos con un mínimo roce mecánico.
Dada la feliz circunstancia de que la localización une viña y bodega, nuestro vino bien puede denominarse como Vino de Autor o Vino de Pago.
La Bodega se encuentra acogida a la INDICACIÓN GEOGRAFICA PROTEGIDA (IGP) del Bajo Aragón.

Viñedo
Las viñas de Val de Hueso están situadas en la ladera norte del cabezo Santa Bárbara, de Alcañiz, a 330 mts de altitud, en la N-211, Km 246,2.
En este singular paraje hemos plantado diversas variedades de vides tintas: en primer lugar hemos de destacar nuestra más conocida y apreciada de Aragón, la Garnacha, con 2 Ha. Y la hemos completado con la Tempranillo, 1,8 Ha y con la Cabernet y Merlot, con 1 Ha cada una, con las que esperamos hacer buenos coupages. En total son 5,8 Ha.
Cuidamos nuestras propias viñas exentas de herbicidas y tratamientos, y vendimiamos en los momentos más idóneos, de forma totalmente manual, en cajas de unos 18 kgs, realizando una estricta selección de las uvas en el campo y en la recepción, cuando, sin apenas transporte, llegan a la bodega.
Devolvemos a la tierra toda la materia orgánica que nos proporcionan las podas y restos de orujos y hollejos, compensando de esta forma la composición arcillosa de la tierra, obteniendo el mejor equilibrio de acidez de nuestros vinos.

Viajeros del vino

No hay comentarios:

Publicar un comentario