INGREDIENTES:
= 1 kilo y medio de espinacas,
= 4 huevos,
= 2 manojos de espárragos,
= 1 litro de leche,
= mantequilla,
= 1 cucharada de harina,
— 1 trufa,
= pimienta,
= sal
PREPARACIÓN:
Se lavan y se cuecen las espinacas en agua hirviendo con sal durante un cuarto de hora. Pasado este tiempo, se vuelcan sobre un escurridor y se refrescan con un chorro de agua fría. Se aprietan con las manos para que suelten todo el agua y se pican muy finas.
A continuación, se mezclan con tres huevos batidos, la mitad de la leche y una clara de huevo batida a punto de nieve. Se pasa el preparado a un molde de rosca previamente untado con mantequilla y se pone a cocer al baño María primero sobre el fuego y, cuando rompa a hervir el agua, se introduce en el horno a temperatura moderada durante 40 minutos.
Entre tanto, se limpian los espárragos, se cortan las puntas a dos centímetros de largo y se cuecen en agua hirviendo con sal por espacio de 15 minutos; una vez cocidos, se escurren.
También pueden utilizarse espárragos de lata; en este caso, se escurren y se cortan en dos trozos.
Se derriten dos cucharadas de mantequilla en un cazo y se añade la harina, removiendo sin parar; antes de que tome color, se incorpora el resto de la leche. Se sazona con sal y pimienta, y se cuece a fuego lento un cuarto de hora, sin dejar de remover con las varillas o con una cuchara de madera.
Después se agregan poco a poco la yema de huevo restante y las puntas de los espárragos.
Ya cocido el pudín, se deja reposar unos minutos y se vuelca sobre una fuente. Se rellena el hueco central con la salsa de espárragos y se salpica con la trufa picada muy fina.
La cocina de los Conventos
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