Un local con aspecto de bar de toda la vida, pero con elaboraciones valientes, utilizando nuevas técnicas de cocina. La apuesta ha sido premiada en numerosas ocasiones. También tiene premio su “Silencio”, un pintxo con rúcula, cebollino, fresa, tomate, vieira, pulpo y
merluza ahumada, sobre una tosta y eso que buscaban un pintxo sencillo y fácil de servir. Esta elaboración se llevó el premio de oro en Semana del Pintxo del año pasado.
(Cocinero fiel)
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