No sabemos si será por el nombre vasco o simplemente por buen gusto gastronómico, pero en el contundente Donosti cuentan con pinchos tan rotundos como era de esperar. Y además, tan deliciosos como variados, porque la carta no se queda corta. Nos referimos a joyas como el cojonudo (chorizo con huevo de codorniz y pimiento), el de solomillo con roquefort o salsa a la pimienta, el de foie fresco a la plancha o el embuchado.
(Viajestic)
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