martes, 23 de abril de 2019

Restaurante Sobrino de Botín - Madrid

Antonio González y José González heredaron el restaurante Sobrino de Botín (Cuchilleros, 17) de su padre, que a su vez lo había heredado de su abuelo. Este se encargó de mantener todo como lo habían dejado los Botín, la familia francesa que le traspasó el negocio después de fundarlo en 1725 sobre una bodega del siglo XVII. Al no haber cambiado nunca de nombre ni de ubicación, el Libro Guinness de los Récords les concedió el honor de reconocerlo como el restaurante más antiguo del mundo.
Pasear por sus cuatro plantas es como viajar en un túnel del tiempo. En sus mesas han brindado y degustado su plato típico, el cochinillo, personajes como Truman Capote o Ernest Hemingway, que incluso llegó a ambientar el final de uno de sus libros, Fiesta, en el comedor de la primera planta del Botín. 
Un plato cocinado a fuego lento un horno que, por cierto, está operativo desde el primer día que aquella familia francesa inauguró el local, hace ya casi 300 años. Y que no tiene intención de apagar. "De momento, ya tenemos una cuarta generación que asumirá el control cuando nosotros nos vayamos", asegura Antonio González, de 67 años.

(El País)

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