INGREDIENTES
– 400 gramos de lentejas,
– 1 manojo de verdura (espinacas, acelgas, etc.),
– 3 zanahorias,
– 1/2 cebolla,
– 3 dientes de ajo,
– 1 hoja de laurel,
– aceite,
– sal.
PREPARACIÓN:
Las lentejas, si son tiernas, se lavan con agua templada, se pasan a una cazuela, se cubren de agua también templada y se dejan cocer con un diente de ajo picado, la hoja de laurel, un chorro de aceite y sal. Las zanahorias, raspadas y cortadas en trozos pequeños, se agregan seguidamente a las lentejas, lo mismo que la verdura, limpia y trinchada muy finamente. Se hace un sofrito con la cebolla y los otros dos dientes de ajo, y, una vez en su punto, se incorpora al potaje de verduras y lentejas; en el sofrito, según los gustos, se puede poner un poco de pimentón y algo de caído, que puede ser de cubitos. Incluso, en caso de quedar algo caldosas, se les puede añadir pan molido. Ya cocidas, se dejan reposar unos momentos y se sirven calientes. Este es un sencillo potaje muy apropiado para los días de vigilia. En los conventos, y muy principalmente los viernes de la Cuaresma, que son días de abstinencia, se cumplen ayunos y vigilias con una comida de plato único al mediodía
– 400 gramos de lentejas,
– 1 manojo de verdura (espinacas, acelgas, etc.),
– 3 zanahorias,
– 1/2 cebolla,
– 3 dientes de ajo,
– 1 hoja de laurel,
– aceite,
– sal.
PREPARACIÓN:
Las lentejas, si son tiernas, se lavan con agua templada, se pasan a una cazuela, se cubren de agua también templada y se dejan cocer con un diente de ajo picado, la hoja de laurel, un chorro de aceite y sal. Las zanahorias, raspadas y cortadas en trozos pequeños, se agregan seguidamente a las lentejas, lo mismo que la verdura, limpia y trinchada muy finamente. Se hace un sofrito con la cebolla y los otros dos dientes de ajo, y, una vez en su punto, se incorpora al potaje de verduras y lentejas; en el sofrito, según los gustos, se puede poner un poco de pimentón y algo de caído, que puede ser de cubitos. Incluso, en caso de quedar algo caldosas, se les puede añadir pan molido. Ya cocidas, se dejan reposar unos momentos y se sirven calientes. Este es un sencillo potaje muy apropiado para los días de vigilia. En los conventos, y muy principalmente los viernes de la Cuaresma, que son días de abstinencia, se cumplen ayunos y vigilias con una comida de plato único al mediodía
Cocina de los Conventos
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