lunes, 2 de diciembre de 2019

Amanita caesarea (Amanita de los césares).

Amanita caesarea (Amanita de los césares). Considerada por muchos como la mejor seta comestible y por tanto, una de las más buscadas y apreciadas, su área de distribución se encuentra preferentemente en la mitad occidental de la Península.
Su sombrero de color anaranjado mide entre 8 y 20 cm. El pie amarillo dorado al igual que las laminillas, alcanza hasta 20 cm, normalmente menos. La volva, blanca y membranosa, es robusta y resistente. Los robledales, encinares, castañares, jarales y alcornocales, en áreas aclaradas con buenas dosis de luz, son sus hábitat preferidos.
Amanita caesarea no es especiamente abundante en la Sierra de Guadarrama, pero es posible encontrarla en los encinares Quercus ilex subs. ballota y en los bosques de roble melojo Quercus pyrenaica del  área del pie de monte serrano.
Puede fructificar desde mayo hasta octubre, incluso noviembre si las temperaturas no descienden en exceso. Son especialmente buenos los años en que se producen lluvias a finales del verano, tormentas en el mes de agosto y primeras lluvias otoñales de septiembre, apareciendo los ejemplares a lo largo del mes de octubre.
Respecto a sus bondades culinarias, no hay más que atender a su nombre científico, Amanita caesarea, que significa amanita de los césares. No hace falta explicar que los césares romanos vivían bastante bien y comían de lo mejor que en su época se podía consumir. Para muchos aficionados y gastrónomos es la mejor de las setas.
Si se recoge antes de que su sombrero se haya desarrollado hay que ser muy cuidadosos. En esa fase Amanita caesarea puede ser confundida con otras especies tóxicas.
Los micólogos aconsejan dejar en el lugar de la recolección, al menos, una seta madura para evitar su paulatina extinción. 

©ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO para GUADARRAMISTAS.



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