domingo, 3 de noviembre de 2019

La uva monastrell

Azorín, natural de la cercana Monóvar (Alicante), estudió durante siete años (1881-1888) en el colegio de los padres escolapios de Yecla, la ciudad de su padre, y divagó sobre “los sembrados mecidos por suaves ráfagas de aire templado”. Se refería a los viñedos, omnipresentes en la zona. Su fruto más preciado es la uva monastrell. De ella procede una denominación de origen Única, y varias bodegas se han unido para conformar la ruta del vino de Yecla, una experiencia enológica de alto nivel. Castaño, La Purísima o Evine enseñan el proceso desde las cepas hasta las salas de barricas, con degustación final de un vino áspero, con cuerpo. 
El trayecto puede terminar en Barahonda, bodega con un restaurante de cocina de autor y una terraza con tapas gourmet para las noches estivales.

El País 

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